La Rumorosa es una de las zonas carreteras del país con parajes impresionantes para los viajeros.
Situado en la Sierra de Juárez, entre Tecate y Mexicali, se encuentra el pueblo de La Rumorosa. Sin embargo, su verdadera fama se debe a su impresionante tramo carretero, que forma parte de la autopista Federal 2D y se extiende por casi 20 kilómetros.
Tanto si se sube o se baja, los imponentes acantilados y las paredes rocosas ofrecen una vista inolvidable a todos los que cruzan esa carretera.
Construida en la década de 1950, durante mucho tiempo se consideró una de las carreteras más peligrosas de México. A lo largo del camino, se podían ver los restos de los vehículos que habían caído al precipicio, así como numerosas cruces en memoria de los fallecidos.
Sin embargo, en 1996 se completó su ampliación con tramos ascendentes y descendentes, lo que redujo los accidentes y el tiempo de tránsito.
En la actualidad, los restos de vehículos y ofrendas han sido retirados para mejorar la reputación del lugar y evitar distracciones a los casi cuatro millones de vehículos particulares y de carga que transitan anualmente por esta autopista llena de curvas.
Además, deben enfrentarse a fuertes vientos, climas extremos como tormentas de arena, calor intenso, nevadas invernales y los impredecibles desprendimientos de rocas. Todo esto debería ser suficiente para que los conductores mantengan un gran respeto por esta vía.
La carretera cuenta con varios puntos de descanso y miradores, 5 en el tramo ascendente y 7 en el descendente. En estos lugares, los viajeros pueden encontrar torres de asistencia vial, estacionamiento, depósitos de agua y basura, así como información sobre la flora y la fauna de la zona.
Algunos puntos panorámicos de La Rumorosa
Aunque la experiencia se extiende durante kilómetros, existen sitios que se han convertido en los consentidos de la gente para hacer un descanso o hacer unas fotografías.
La casa de piedra
Es un tesoro oculto entre las montañas que despierta misterio y curiosidad. Se dice que fue propiedad del expresidente Luis Echeverría y refugio de celebridades como María Félix. Incluso se rumorea que el gángster Al Capone escondía barricas de whisky aquí. Hoy en día, este lugar ofrece un espacio único para conectar con la naturaleza, con una casa incrustada entre las rocas que te dejará sin aliento. Además, podrás disfrutar de actividades como senderismo, rappel y tirolesas, así como de un mirador que ofrece una panorámica impresionante de La Rumorosa.
Mirador Ojo de Águila
Inaugurado en 2013 en el kilómetro 61 de la autopista que va de La Rumorosa a Mexicali, este mirador cuenta con una escultura creada por el artista Óscar Ortega. Sus obras retratan la actualidad con símbolos de las culturas nativas, dándoles identidad y funcionalidad. Aquí podrás descansar, subir al mirador y disfrutar de una experiencia estética única.
Mirador Ojo de Águila
Inaugurado en 2013 en el kilómetro 61 de la autopista que va de La Rumorosa a Mexicali, este mirador cuenta con una escultura creada por el artista Óscar Ortega. Sus obras retratan la actualidad con símbolos de las culturas nativas, dándoles identidad y funcionalidad. Aquí podrás descansar, subir al mirador y disfrutar de una experiencia estética única.
Mirador La Rumorosa y El Caballo Blanco
Ubicado en el kilómetro 54 de la autopista de La Rumorosa, este mirador fue inaugurado en 2018 con las emblemáticas letras de “La Rumorosa”. Estas letras representan elementos característicos de la zona, como el Borrego Cimarrón, la víbora de cascabel y el cóndor bajacaliforniano, así como representaciones de pinturas rupestres encontradas en el sitio arqueológico de Vallecitos. Además, cerca de las letras temáticas, encontrarás la escultura recién develada “El Caballo Blanco”, un homenaje al cantautor José Alfredo Jiménez, que inmortaliza la figura de un caballo en referencia al corrido “El Caballo Blanco”.
Un nuevo mirador voladizo en La Rumorosa
En La Rumorosa están llevando a cabo la construcción de una nueva atracción: un mirador voladizo en el kilómetro 54.
Este mirador estará situado en los carriles descendentes de la autopista, en el lugar donde solían encontrarse las letras turísticas y el caballo blanco.
Su objetivo es permitir que los turistas disfruten de las impresionantes vistas que ofrece la sierra.
