Muere Oleg Gordievsky, el topo de la KGB que trabajó para el MI6

Muere Oleg Gordievsky, el topo de la KGB que trabajó para el MI6

Oleg Gordievsky, exoficial de la KGB y espía del MI6, falleció el 4 de marzo a los 86 años, dejando un legado en la historia de la Guerra Fría.

Londres, 27 de marzo de 2025.- Oleg Gordievsky, el exoficial de la KGB que se convirtió en uno de los agentes más valiosos del Servicio Secreto de Inteligencia británico (MI6), falleció el pasado 4 de marzo a los 86 años. Su vida estuvo marcada por la traición, el espionaje y una fuga cinematográfica que lo convirtió en una figura clave de la Guerra Fría.

De la KGB al MI6

Gordievsky nació en una familia de tradición comunista y desde joven destacó como un agente prometedor. Trabajó para la Línea S de la KGB, encargada de dirigir operaciones encubiertas en el extranjero. Fue destinado a Berlín Oriental, Copenhague y, finalmente, Londres, donde alcanzó el rango de residente, la posición más alta de la agencia en el Reino Unido.

Sin embargo, sus ideales cambiaron con el tiempo. La invasión soviética a Checoslovaquia en 1968 lo llevó a cuestionar al régimen, y en 1974 comenzó a colaborar en secreto con el MI6. Desde entonces, entregó información clave sobre operaciones soviéticas en Occidente, ayudó a identificar espías y colaboradores comunistas en Reino Unido y contribuyó a evitar una posible escalada nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética en 1983.

La fuga que desafió a la KGB

En 1985, la KGB comenzó a sospechar de una infiltración en sus filas y llamó a Gordievsky de regreso a Moscú. Tras ser sometido a interrogatorios y envenenado con un brandy adulterado, logró convencer a sus superiores de que era leal. Sin embargo, sabía que su destino estaba sellado.

Con ayuda del MI6, ideó un plan de escape que lo llevó a cruzar la frontera con Finlandia oculto en el maletero de un coche diplomático. Desde allí, fue trasladado a Reino Unido, donde vivió bajo protección y nunca pudo regresar a Rusia, ya que fue condenado a muerte en ausencia por traición.

Un legado en la historia del espionaje

A pesar de vivir en el anonimato, Gordievsky siguió colaborando con gobiernos occidentales, escribió varios libros sobre la KGB y recibió múltiples reconocimientos, incluyendo la Orden de San Miguel y San Jorge (CMG), el mismo título ficticio que ostenta James Bond.

Hasta el final de sus días, mantuvo su postura crítica contra el gobierno de Vladimir Putin, al que consideraba una traición a cualquier esperanza de una Rusia democrática. Su historia, llena de riesgo, engaño y valentía, lo convirtió en uno de los dobles agentes más influyentes del siglo XX.